A lo largo de este 2010 cuestiones como la producción de energía alternativa, el lanzamiento de coches híbridos o las diferentes formas de reciclaje formaron parte importante de la agenda de países de América Latina y del resto del globo.
Sin embargo, en términos tecnológicos todavía se vuelve muy prematuro hablar de una efectiva “revolución verde”. Esto se debe a que más allá de reconocer los beneficios de un desarrollo más sustentable en estas áreas de producción, aún no hubo un impacto en la vida cotidiana de todas las personas.
¿Será el 2011 el año en que efectivamente se estimule y se invierta en la concreción de prácticas más ecológicas? Según los expertos todo está por cambiar y el próximo año se perfila como uno de los más prometedores para el avance de la tecnología verde.
A mediados del 2010 ya se habló de un récord de producción y de ventas de tecnología ecológica (considerada así por ser producida a través de energías alternativas o no generar contaminación en su mismo funcionamiento). Sin embargo, los expertos afirman que en el 2011 la misma cobrará más importancia gracias a propuestas de diferentes emprendedores que podrán llevarlas a la práctica con ayuda de organismos gubernamentales o de compañías privadas.
De acuerdo a BBC Mundo, la Asociación de Consumidores de Electrónicos de Estados Unidos (CEA) y el fondo de inversión Claremont Creek, coinciden en que los próximos meses serán propicios para que la ecología y la tecnología vayan cada vez más de la mano.
Uno de los puntos principales por lo que será posible llegar a un mayor consumo, y por lo tanto a una mayor producción, de este tipo de productos verdes, es la conciencia ambiental que día a día se va instalando en más personas. Gracias a la constante difusión de cuestiones relacionadas con la contaminación del planeta y cómo el desarrollo sustentable puede ayudar contra esto, los consumidores se irán volcando cada vez más hacia aquellos productos que sean elaborados teniendo en cuenta su impacto en el medio ambiente.
No se trata de una tarea sencilla dado que de un día para el otro no es posible modificar los hábitos de consumo de cada habitante. Sin embargo, como lo asegura Jessica Booth de CEA, esta tendencia poco a poco va creciendo: “La idea de adoptar lo verde ya no es un concepto extraño para los consumidores. De hecho durante años han implementado prácticas verdes en sus estilos de vida, como reciclar o evitar las bolsas de plástico en el supermercado”.
Esta conciencia en crecimiento de los consumidores, sumado a los estímulos que muchos gobiernos están brindando para el desarrollo de tecnologías verdes, lleva a pensar que para el próximo año las iniciativas sustentables crecerán y las personas los recibirán cada vez con más entusiasmo. Esperemos que esta vez los pronósticos se vuelquen hacia el lado de la sostenibilidad.
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